El Ecuador es un país donde no se toma en serio los efectos estresantes del ruido, hay suficientes niveles de decibelios para enfermar a cualquiera. Pero las autoridades y la policía no hace nada al respecto, en otros lugares las regulaciones sobre ruido son muy estrictas con fuertes multas y castigos por sobrepasar los decibelios permitidos para tal o cual zona.
Hace algún tiempo en uno de los principales diarios del Ecuador se publicó un reportaje acerca de este problema específicamente en Guayaquil, donde hay lugares que el ruido sobrepasa los 90 decibelios, lo cual es un ruido muy fuerte y que provoca graves efectos psicológicos y físicos como irritabilidad, ansiedad, falta de concentración, dolores de cabeza, problemas digestivos, etc.
Pienso que parte del problema reside en la falta de información de la gente sobre este asunto, y en parte al quemeimportismo de muchos individuos, puesto que si uno se fija al transitar como peatón, si cambia un semáforo de rojo a verde, no pasa ni un segundo que los vehículos que se encuentran mas atras empiezan a pitar como locos. Existen buses de transporte público que llevan instaladas unas bocinas que sin exagerar alcanzan 120 db de nivel de sonido y que supuestamente a nivel urbano son ilegales y de uso prohibido. Dichas bocinas pueden ocasionar un aumento impresionante en los niveles de adrenalina y noradrenalina del organismo porque al escuchar semejante ruido, el organísmo auntomáticamente pone en marcha el sistema de lucha-huida que nos protege ante posibles amenazas, pero la repetida exposición ante eventos de este tipo provoca que estemos en constante estado de alerta, lo que intensifica el malestar por la alta concentración de hormonas del stress en nuestro cuerpo.
No es posible, que en una ciudad haya ruido por todo, desde un triste vendedor ambulante que grita y chiflea como loco hasta vehículos con altoparlantes que anuncian un circo, pasando por vendedores de cd piratas, motos y carros con escapes libres y muchas otras acciones que los ecuatorianos realizan diariamente y provocan que el ruido nos invada sin darnos cuenta y sin hacer nada al respecto.
¿Vale la pena actualizar a Traktor Pro 3?
Hace 6 años
3 comentarios:
Enhorabuena por tu artículo sobre la contaminación acústica.
En España, que nos consideramos muy "modernos" y "desarrollados" nos movemos en la cultura del ruido. El ruido está bien visto, y los que se quejan son unos "sensibles".
El poder legislativo tiene elaborada suficiente normativa protectora contra la contaminación acústica.
El problema es que el poder local (ayuntamientos) tienen que aplicarla, y no quieren o tienen fuertes intereses para que la misma no se cumpla, llegando a situaciones insostenibles. La justicia es cara y lenta .....
Felicidades.
Castelló Sense Soroll
(Castellón Sin Ruidos)
http://castellonsinruidos.blogspot.com/
http://castellonsinruidos-prensa.blogspot.com/
(hemos pegado tu comentario en nuestro blog de prensa)
stopruidos.castellon@gmail.com
Ya 4 años desde tu comentario muy justo. No hay que desesperar, hay que luchar, caso contrario no cambia nada para lo bueno. El problema es global al nivel del control. Una corrupción tremenda de los agentes, y las leyes son llenas de fallas por explotarse, impidiendo cualquier control relevante. Se debe actuar al nivel institucional, provechando de las aperturas que da la Ley de Transparencia entre otras.
Por otro lado los Ecuatorianos son acostumbrados a quejarse una vezita y a abandonar, considerando que "así es". Por lo tanto el que insiste no encuentra el apoyo suficiente y pasa por el "loco estresado que se ca a pegar un infarto". Lastimosamente el ruido se encargará de darles este infarto a todos.
Sigamos adelante, constructivamente y honestamente (eso es lo más dificil de encontrar).
OJALA SE TOME EN CUENTA TAMBIEN EL CONTROL DE CONTAMINACION Y ATROPELLO AUTIDITIVO EN LAS CADENAS DE SUPERMERCADOS Y CENTROS COMERCIALES, DONDE EL BOMBARDEO DE MUSICA A TODO VOLUMEN SE HA VUELTO INSOPORTABLE! OJALA ALGUNA AUTORIUDAD TOME CARTAS EN EL ASUNTO.
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