Tenemos un gobierno que no hace frente a la delincuencia, e incluso minimiza este problema que visiblemente reduce la calidad de vida de los ecuatorianos, la derecha no hace nada, ni siquiera emite una idea para tratar de transijir, tan solo ha existido un ataque entre el ejecutivo y la derecha, eso no nos lleva a ningún lugar, los bloggers de derecha hacen lo mismo, se quejan y no hacen nada, no dan ideas, tan solo hacen lo mismo que hace Correa.
Ahora resulta que los delincuentes y revoltosos son mas bravos y no tienen que responder por sus actos, estamos al revés, pues 4 aniñados malcriados deben aceptar que los incidentes en la Universidad Católica de Guayaquil son culpa de ellos y de nadie mas, allí no hay injusticia, tan solo responsables de dicho relajo que debería darles vergüenza.
Los delincuentes igual, tienen carta abierta para hacer lo que les da la gana, y la policía no hace nada por evitar los delitos, si uno se fija, los policías andan de alla para aca enviando mensajitos por su celular o conversando con alguna chica, porque para eso si sirven, lo digo porque lo he visto con mis propios ojos. Antes se hacían requisas a todo nivel y se detenía mas sospechosos, ahora nada. Y que no me venga el gobierno con la patraña de que es solo una percepción exagerada por la prensa.
En cuanto a lo económico, los impuestos son mas altos, alguna empresas deben pagar impuestos altísimos, y la rentabilidad es muy poca, y todo para que? Para que el gobierno se gaste ese dinero en pagar subsidios a los pobres y en campaña.
La cosa está difícil, debemos seguir trabajando duro, porque sin trabajo no se come, peruanos y colombianos hay por montones esperando por un puesto de trabajo, incluso por un salario menor al de cualquier ecuatoriano. Ojalá la nueva Constitución no se quede en meras palabras, y no sea violada como siempre se ha hecho, lo terrible sería que luego venga un gobierno derechista y quiera cambiar otra vez la constitución, lo cual es muy posible, para ellos lo que importa es el dinero, que importa la ecología.